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Comenzamos diciembre, el mejor mes del año.
Lo que en diciembre se celebra, que nosotros bien poco recordamos, los comerciantes lo están celebrando desde fines de octubre. Y lo hacen abriendo ampliamente las puertas al consumo, al endeudamiento (¡miel sobre hojuelas!), al pago diferido (mientras más diferido, más suculento para el comerciante y más oneroso y usurario para su cliente).
Bueno, la verdad es que los comerciantes no celebran la gran fiesta del mes de diciembre. Lo de ellos es más bien una gran contracelebración, que repetida año tras año, ha terminado por hacer que nos olvidemos de la verdadera fiesta. Ella no es la llegada del Viejo Pascuero ni el pino iluminado por ampolletitas intermitentes, rodeado de regalos con que engañamos a los niños y nos hacemos lesos a nosotros mismos. No es esta la fiesta de la competencia y de la ostentación, éste no es un evento farandulero. Es esta la fiesta del Nacimiento, del Renacimiento, de la Redención. Es la fiesta del tiempo que se renueva, que algún día se renovará completamente. Es por ello propicio que coincida con el Año Nuevo. La Navidad y el Año Nuevo no son dos fiestas independientes. Son una sola y gran celebración.
Hay que celebrar como es debido. Sabiendo lo que se está celebrando. Tratando de recuperar esta fiesta para nosotros, arrebatándola de las manos de quienes la han disminuido y desnaturalizado, y multiplicado para su intereses. No es esta la fiesta del mercado, no es la fiesta del comercio, de los bancos, de los supermercados. Es esta la fiesta del hombre, del niño, es esta la gran fiesta de la familia, que es el lugar en que se encuentran el hombre, la mujer, el niño y el anciano, y se juntan especialmente el mes de diciembre, para recordar y festejar lo que debe celebrarse.
No es este el mes de las urgencias. Aunque a veces parece que lo fuera. En el ciego afán de cumplir con los roles que el mercado liberal nos ha asignado, corremos como nunca este mes. Como consecuencia de lo cual aumentan los tropezones, los pisotones, los codazos y los choques. Aumentan los clientes de las postas de urgencia y de la morgue. Crece el descontrol, la agresividad, está la ira a flor de piel. El entorno presiona a las personas hasta lo insoportable, obligándolas a comportarse contrariando su naturaleza. Urgiéndose sin sentido plausible. Ocurre mucho en diciembre. Aumentan los síntomas de enfermedades que aparecen porque es demasiada la presión: delirios, alucinaciones, manías (las típicas “enfermedades de la cabeza” de Kant) y nuestras conocidas depresiones. En este mes de diciembre, en que celebramos al Hombre que nace, tengámonos respeto, acordémonos que somos nada menos que hermanos de Dios. Este no es el mes del ajetreo y de la prisa, sino el del retiro, la meditación y la calma, la paz. Así me lo enseñaron quienes sabían que en ese ambiente había que festejar.
Con respecto a la urgencia que nos agobia, especialmente en tiempo de Navidad, TODO EL ORO DEL MUNDO ha adoptado un emblema que luce en su portada -el ágil delfín que se enrosca en torno a la pesada áncora- y el lema correspondiente: FESTINA LENTE. Este lema latino –apúrate sin prisa es lo que significa- es para el blog como un leit motiv, que a más de alguno le resultará un tanto obsesiva. Una vez más se los recuerdo, pues resulta especialmente válido para el mes de Navidad. El oro del mundo, que nos llega a raudales este mes, se pierde en la prisa.
Para decir la verdad de este oxímoron*, he conseguido que Rainer Maria Rilke, el poeta bohemio, contribuya con uno de sus Sonetos de Orfeo (XXII). Pero me ha puesto como condición que lo ponga primero en alemán:
Wir sind die Treibenden.
Aber den Schritt der Zeit,
nehmt ihn als Kleinigkeit
im immer Bleibenden.
Alles das Eilende
wird schon vorüber sein;
denn das Verweilende
erst weiht uns ein.
Knaben, o werft den Mut
nicht in die Schnelligkeit,
nicht in den Flugversuch.
Alles ist ausgeruht:
Dunkel und Helligkeit,
Blume und Buch.
Lo que en español suena lejanamente como:
Somos hombres inquietos.
Pero el paso del tiempo
no es más que pequeñez
en lo eternamente perdurable.
Todo lo que apremia
pronto habrá pasado;
pues sólo es capaz de consagrarnos
lo que permanece.
Oh, no pongáis, muchachos,
el valor en la urgencia
ni en el querer volar.
Está todo en reposo:
la sombra y también la claridad,
la escritura y la flor.
Para finalizar esta entrega, resumo estas pequeñas sugerencias para el mes de diciembre:
no agitarse comprando,
no endeudarse,
no participar en la competencia que el mercado nos impone,
no hacer ostentación,
no dejarse llevar por la urgencia y
ACORDARSE DE LO QUE HAY QUE CELEBRAR.
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* oxímoron. (Del gr. ὀξύμωρον).
1. m. Ret. Combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido; p. ej., un silencio atronador (DAE).
Dic 02, 2011 @ 10:04:06
Querido Lino,
Te encuentro toda la razón en tu reflexión sobre el mal sentido que se tiene de este mes tan significativo, espero no caer en la tentación, no contaminarme con la celeridad del mundo, sólo espero contentarme como solía hacerlo en otros tiempos, con aspirar a tener paz, tranquilidad y armonía en mi hogar.
cariños, Durero, es uno de mis personales preferidos.
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Dic 02, 2011 @ 17:42:46
Querido Lino:
Son tantas las cosas que podría decir en relación con este tema, pero prefiero decir sólo una pocas, para eludir la ira que me provoca toda esta parafernalia mercantilista que pronto veremos en las calles y en las casas, iluminadas con luces intermitentes.
Tu sabes, mejor que nadie, que el mundo está dominado por falsos dioses, creados por las mentes de los seres humanos. Ellos son los amos aquí, en este lugar la Luz está oculta y sólo podrá verse cuando se apaguen todas las otras luces, cuando irrumpa la noche oscura de San Juan de la Cruz, que causará pavor y angustia a todos los que no sabrán lo que eso significa (tu blog es un aporte para aclarar eso).
El mundo seguirá con su estupidez, y cediendo a las demandas de los niños que están más estúpidos que nunca, pero eso es por culpa de los adultos que adquieren para ellos lo que otros fabrican ávidos de riqueza material.
Yo prefiero celebrar un cumpleaños, con luces y todo, pero lejos de las tiendas, y de las francachelas de oficinas y griteríos nocturnos con el cuerpo a medio salir por las ventanas de los autos en marcha; lejos de la pirotecnia alucinante (ALUCINANTE) de los fuegos de artificios. Allí nadie se acuerda del hermano; a nadie le puede importar menos la pobreza material con que nació, y la gran riqueza espiritual y redención que nos trajo para regalarnos. Es más importante el Wii, la ropa costosa, – digna de la corte de Herodes el supuesto grande, pero más pequeño que un grano de arena – vale más la ostentación acalorada de grandes paquetes que se llevan caminando por las calles a pleno sol, el viejo pascuero idiota acalorado en un clima nada más ajeno al lugar donde sería posible usar ese grueso atuendo (tal vez sería simpático verlo aparecer por estos lados con ojotas y traje de baño, podría ser también rojo).
Pero lo peor de todo es que siempre habrá justificaciones para perder el alma. Los peor es que los cristianos saben esto y no hacen nada para cambiarlo, y muchos de sus hijos, educados en los colegios para la fe, lucirán los presentes más costosos para el desfile de las vanidades. Sólo cabe esperar la muerte de la ciudad gris, de una vez por todas. lo veo y me afecta, pero con el corazón de Cristo de por medio, y digan lo que digan los lectores de tu blog (que soy exagerado, o tal vez un amargado) sé bien que la fuerza del amor cósmico es más poderosa y terminará imponiéndose para mostrarnos el lugar donde ninguna de estas cosas son útiles. Creo en la verdad de Cristo y en la buena nueva de su nacimiento en carne, y cuando debo decir esto, no me importa, en lo más mínimo, ningún ataque. Hoy la paz trae la necesidad de denunciar todo esto. No sigo Lino, porque esto me altera demasiado.
Un abrazo, como siempre en XTO. esperando su pronto regreso en cada espíritu humano, porque el sólo lo verá, no la carne.
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Dic 02, 2011 @ 18:07:24
Carlos, me interpreta fielmente, pero nuestros “pastores” no se atreven a decir estas cosas tan crudamente. ¿A quién protegen, a fin de cuentas? Al príncipe aquél, que sigue haciendo de las suyas, moviéndonos como marionetas.
Afectuosamente,
Lino
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Dic 02, 2011 @ 17:57:33
Cual salmón contra la corriente vayamos en pos de una Navidad como la primera.
un abrazo
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Dic 02, 2011 @ 18:03:52
Así es, Verónica, si lee otros comentarios de este artículo comprobará que el tema apasiona a quienes todavía creemos en la Navidad.
La saluda con afecto,
Lino
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Dic 02, 2011 @ 18:50:03
Dic 02, 2011 @ 20:00:35
La poesía de Rilke va a la esencia de lo humano, que está más allá de lo puramente humano. Un abrazo, afectuoso, Masira
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Dic 02, 2011 @ 18:56:33
Lo que permanece siempre “Es” en presente y , aquí no hay prisa ; si la hay , sólo intentas vivir en el futuro , el cual siempre está alejado de la Vida.
La Presencia Está y Es con todos nosotros y hay que intentar ser conscientes de ella. La mayoría de las veces se nos escapa tras las prisas del mundo.
La poesía es muy bella y apropiada.
Saludos Cordiales
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Dic 02, 2011 @ 19:58:24
Gracias, Masira. La poesía de Rilke es, para mi gusto, de lo mejor del siglo XX. Y el soneto XXII, de los buenos.
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Dic 06, 2011 @ 11:31:53
Jesús nació en la probreza, por lo tanto hay que vivir con sencillez, humildad y alegría el 24 de diciembre.
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Dic 06, 2011 @ 12:06:46
Así es, María Angélica, pero cada vez nos olvidamos más de las cosas importantes.
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