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Something is rotten in the state of Denmark.
William Shakespeare- Hamlet (1.4.90)
La comuna en que vivo hace cincuenta años fue pensada para responder al concepto de ‘ciudad jardín’. La verdad es que tiene elementos de sobra para hacerse merecedora a ese apelativo. Hay en Providencia parques y plazas en abundancia, avenidas flanqueadas de nobles arboledas y de floridos espacios. Existe todavía una parte importante que no ha sido tocada por el movimiento y el ruido atosigadores del comercio generalizado. Aún se mantienen ejemplos más o menos significativos de arquitectura tradicional. Cruza nuestra comuna el río Mapocho, de cuyas riberas se han hecho en este sector bien diseñados paseos. Es una de sus galas el Parque Metropolitano del Cerro San Cristóbal. En esta comuna todavía hay vías extensas por las cuales es un placer caminar o pasear en bicicleta.
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La construcción en altura es una amenaza, pues si se generaliza, como ha estado sucediendo, la población se multiplica, se hacen estrechas las calles, se promueve la congestión vehicular y la contaminación del medio ambiente, se hacen escasos los servicios públicos. Y el concepto de ‘ciudad jardín’ comienza a experimentar amenazas. Sin embargo, ingenuamente nos parecía que la conciencia de las autoridades edilicias estaba alerta con respecto a esta clase de riesgos.
Pero de pronto ha ocurrido lo peor. Justo en el punto más denso y contaminado de la comuna, en el centro comercial de Providencia, se está terminando la construcción del que será en poco tiempo más uno de los mayores centros comerciales de Santiago, con amplísimas disponibilidades para el estacionamientos de automóviles y una torre de cuarenta pisos. Para las estrechas calles de los alrededores, que ya sufren las consecuencias del tráfico excesivo; para el pequeño comercio del sector, al que le será difícil competir con las tiendas gigantescas que allí se van a intalar; para el residente de la comuna y para el visitante, que habrán de sufrir, de una u otra manera, las consecuencias de la congestión adicional que se viene encima; para todos ellos, el panorama no puede ser más ingrato.
Muchos de los que inflaron de orgullo sus corpulencias por la circunstancia de que en la comuna iba a construirse el edificio más alto de Santiago y de -¡oh!- Sudamérica, ahora lucen preocupados. La señal más aparente de ello es que han entrado en competencia por atribuirse responsabilidades –o mejor dicho, irresponsabilidades. Si el dueño del edificio o si la autoridad. Si la izquierda o la derecha. Si este gobierno o el anterior. Si el municipio o el gobierno central. Si este servicio o el otro. Si éste o el otro ciudadano, político, juez o funcionario. Eso nunca se sabrá, ni a nadie se impondrá sanción alguna por estos hechos. Sería en vano, en todo caso. Pues allí seguirá la monstruosa torre, para el torpe orgullo de unos pocos yoes. Para mal de la comuna.
Tan monstruosa -o más, si es posible- la torre de este centro comercial, como aquélla que mostré en un artículo anterior, horrorosa estructura de latón que es también el orgullo de unos cuantos potentados de Shanghai: https://todoelorodelmundo.wordpress.com/2012/02/16/chuang-tze-li-bai-china-y-el-tao/
A mí me resulta incomprensible. ¿Cómo pudieron expedirse con tanta celeridad las autorizaciones necesarias? ¿Cómo pudo estar ausente la conciencia ambiental, en circunstancias de que existe toda una institucionalidad para el efecto? ¿Cómo pudo faltar quien hiciera conciencia ciudadana de esta monstruosidad? No puedo dejar de sospechar.
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¿Y es alta? Tiene trescientos metros de altura. ¿Eso es altura? Claro, para hombres enanos. En todo caso, hay alturas que son feas y hasta horripilantes. Y esta lo es. No os dejéis engañar por el brillo. Es de nuevo latón y vidrio plastificado. Para que en su interior, por si fuera poco, se despliegue a sus anchas el negocio de compraventeros y usureros. Los dueños de la mentira.
Todo ello en país de terremotos. Aunque se dice que torres como ésta no son como la Torre de Babel. Se dicen que son perdurables, poco menos que eternas. Que no se vienen al suelo como aquélla. Tal vez. Pero el susto de sus moradores, cuando tiemble con alguna violencia, como suele ocurrir en estos suelos, no será menor.
¿Pedirle ayuda a la Providencia Divina para que salve a Providencia de lo que se le viene encima? Pero en estas idioteces de los hombres la Divina Providencia no se involucra. Más bien habría que pedirle ayuda a la astucia invencible del Chapulín Colorado.
Espero con fervor equivocarme.
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© 2012 Lino Althaner
May 05, 2012 @ 16:58:42
Lino te saludo afectuosamente y simpatizo con tu artículo.
Refiriéndome al magnífico lugar donde resides comparto tu molestia porque están echando a perder tan bello sitio.
Yo no sé cómo se den allá las cosas pero en los dos países donde he pasado mi vida me parece que lamentablemente los grandes inversionistas compran conciencias en aquellos que toman decisiones en nombre del pueblo y dan vida a cualesquier proyecto que les convenga sin importar que afecte a corto o lejano plazo a los mismos ciudadanos a quienes dicen beneficiar de alguna forma.
Ciertamente van a generar empleos, pagar jugosos impuestos a las entidades locales y federales, establecer sucursales de grandes cadenas comerciales y más, pero a cambio también de complicar el tráfico, el comercio local va a ser devorado, van a llevar artículos que en realidad la gente no necesita pero que en cuanto los tiene al alcance de la vista siente que muere por ellos.
Es curioso pero los ejecutivos de esas corporaciones, su personal del primer nivel gerencial e incluso los del nivel de supervisión generalmente se van a vivir a las afueras de las zonas metropolitanas.
Espero que por lo menos lo positivo que puedan obtener alivie el daño que tendrán que sufrir.
Al menos que pudiera prosperar alguna demanda legal como para que negociaran los Inversionistas con verdaderos representantes de tu Comunidad a modo que no afecten negativamente de forma alguna a la misma y quiero creer que los Políticos locales van a estar más que dispuestos a apoyar los votantes que los pusieron en el poder y que harán lo imposible por ganar su voto en el futuro cuando lo vuelvan a necesitar.
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May 05, 2012 @ 18:30:08
Excelente complemento para el artículo, que te agradezco. Saludos. Felicidades.
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May 07, 2012 @ 09:31:37
Un abrazo Lino, y sólo deja que el Tao ordene las cosas. Finalmente el elemento más ligero y ductil terminará por desgastar al más sólido y rígido. Los dueños morirán pronto – son muy viejos y están desgastados – , luego vendrán otros queriendo reivindicarlos en sus egos. Sin embargo, sabemos quiénes son, por qué piensan así, son los mismos que antes hicieron tropelías mayores. Sólo confía en lo que hay más allá de todo lo comprensible, esa Conciencia ordenará todo a su tiempo, cuando ya no queden barrios y ni siquiera países estúpidos para sentirse orgullosos. No se saca nada con dar perlas a los puercos, jamás sabrán qué hacer con ellas; pero el Hermano primordial anunció un nuevo cielo y tierra, donde habrán grandes torres espirituales, lejos de la tierra baldía. Todo terminará por ordenarse, y eso, por mucho que lo resistan los disfuncionales, deberán aceptarlo. Para hacer todo nuevamente, lo anterior debe desaparecer. Lino, deja que la ciudad gris muera, creo que ya está algo más muerta, aunque la veas todos los días, ya no es igual. Algunos quieren resucitar, pero no quieren morir para ello, cómo hacerlo entonces. La muerte es bendita. ¡Qué importa ahora la torre! si ya no existe nada que pueda evitar la resurección.
Un abrazo en XTO.
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May 08, 2012 @ 23:56:41
Ay, Lino, pídele a la Patrona de Puerto Rico, La Virgen de la Divina Providencia, que tome nota de la comuna que lleva su nombre.
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May 09, 2012 @ 20:16:55
Estoy de acuerdo contigo sobre tus comentarios acerca de la edificio Costanera Center.
mamá
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Jun 06, 2012 @ 13:07:46
Hola Lino.
Aunque vivo y soy de España tengo una relación bastante estrecha con Chile donde he viajado tres veces, la última el verano (el invierno de Chile) del año pasado. El año pasado solo pasé por Santiago porque es la ciudad del aeropuerto así que no vi el horror arquitectónico que has puesto.
Es cierto que Providencia es o era un lugar muy agradable, pero parece que empresario y políticos buscando la ganancia están dispuestos a arrasar con todo lo que se interponga en el beneficio. En España prácticamente no queda costa sin alterar.
Además esa afición a los grandes centros comerciales los mall, hace tiempo que también se extendió por aquí donde en general hace buen tiempo y las calles pueden ser el centro comercial mucho más agradable. Los centros d elas ciudades se arruinan y se degradan y después de haber hecho el desaguisado, como ha pasado hace años ya en Francia se intentan revitalizar sin éxito.
Además parece haber una competencia para tener la torre más alta, que en un país con los terremotos de Chile debe ser un peligro añadido, y más horrible, porque en general la arquitectura contemporánea es fea.
Ver la foto de Costanera Center me hace recordar una frase que dice refiriéndose a un edificio de su tiempo el narrador de uno de los Cuentos de un Soñador de Lord Dunsany: “al fin he logrado la culminación de los horrible ¡bendito sea Satanás!” Quizá es un poco fuerte, pero eso lo que me sugiere cuando veo un edificio de esas características.
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Jun 06, 2012 @ 18:18:40
Bienvenido tu comentario, que complementa tan acertadamente el artículo del blog. ¡Qué bueno tenerte como amiga de este espacio!
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