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Como los muros de un baluarte
espeso de verdor
los árboles circundan el jardín
por los cuatro costados.
Aquí nacen las palabras
sin quererlas
sin pensarlas
y nacen tan solo para mí
las palabras que nadie podría refutar.
Pues son esas palabras lo que soy.
El cielo está ciego
u hoy día muy lejano.
Mas las flores de este mi jardín
satisfacen cualquier ansia.
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© 2014
Lino Althaner